Durante los últimos años, si hay algo que se ha extendido entre los más jóvenes es el uso de internet y, concretamente, de las redes sociales. Perfiles dedicados a compartir fotografías, vídeos e información ya sea sobre su día a día o gustos, así como para estar en contacto con amigos y familiares.
Facebook fue el primer gigante de la historia de las redes sociales, y hoy en día la que más usuarios tiene, aunque otras como Twitter, Snapchat e Instagram también cuentan con millones de integrantes, siendo esta última la que más ha incrementado su nivel de usuarios en los últimos años.
Como padres, debemos en primer lugar mostrar a nuestro hijo cómo hacer un buen uso en redes sociales haciendo hincapié sobre todo en cómo proteger su seguridad. A continuación damos algunas pautas sobre cómo hacerlo.
14 años, edad mínima para el uso de redes sociales en España
En España la edad mínima para entrar a formar parte de una red social son los 14 años, ‘filtro’ que en la mayoría de redes es fácil saltarse ya que solo es necesario poner una fecha de nacimiento anterior y asunto resuelto. Se estima que en la actualidad hay niños que desde los 5 o 6 años ya están navegando y tienen acceso a redes como Facebook, Twitter, Youtube, Snapchat. ¿Qué podemos hacer los padres ante esta situación? Hay muchos factores a tener en cuenta, pero el más importante es enseñarles a «estar» en redes sociales. ¿Cómo lo hacemos? Navegando juntos por nuestras redes sociales, enseñándole las opciones en cada una de ellas, hablándoles de los riesgos, quién ve qué, cómo proteger su privacidad, etc…
Control sobre lo que se publica
Aquí nos encontramos con dos problemas, uno es la información que nuestro hijo pueda publicar sobre su vida privada pero también está en que tendrá la posibilidad de acceder a información de otras personas, amigos o no, mayores de edad, y viceversa. Fotos, vídeos…y muchas veces frases que pueden desembocar en volcar una mayor información de la que el propio menor estaba buscando. La mejor arma que le podemos dar a nuestros hijos para protegerles de los miles de riesgos que hay no solo en internet, sino en la vida real es la educación. Educarles de forma que tanto en la vida real como en las redes sociales sean personas sensatas, respetuosas con los demás y sepan cuáles son sus derechos para protegerse.
No compartir información privada
No compartir imágenes e información privada será otra de las máximas a la hora de utilizar redes sociales, y como padres les daremos ejemplo no haciéndolo nosotros. Debemos informar a nuestros hijos que a través de una imagen se puede conseguir mucha información, como por ejemplo al colegio que vas si en la foto aparecen con uniforme, etc… Si se quieren publicar fotos y compartirlas con amigos, es muy importante configurar la privacidad para que solo los amigos puedan verlas.
Especial atención a los usuarios menores
Muy importante educarles para que al igual que en la vida real no hablan con extraños, en las redes sociales han de actuar igual. Han de saber filtrar a aquellas personas conocidas o cercanas a ellos de las que no, y simplemente han enviado una petición de amistad por algún motivo que les haya llamado la atención.
Buen trato hacia otros usuarios
El respeto será básico en el uso de redes sociales, donde la mayoría de las veces seremos tratados como tratamos, al igual que en la ‘vida real’.
Hola entretenimiento, adiós presión
Las redes sociales son un medio para estar informados y ver qué hacen nuestros amigos fuera del tiempo que pasamos con ellos, y no un fin. Hemos de estar muy pendientes y charlar mucho con nuestros hijos para evitar que las redes sociales tomen prioridad sobre la vida real.
En casa se habla de lo que hacemos en internet
Hablar de lo que cada uno hace en internet, qué hemos visto, con quién hemos hablado o cómo hemos interaccionado es necesario para normalizar las cosas. De las conversaciones se aprende y también surgen preguntas o la oportunidad para contar algún problema que hayamos podido tener, algún comentario que nos han dejado y nos ha sentado mal. Es muy importante dotar a nuestros hijos de este aprendizaje y ver cómo gestionamos nosotros este tipo de cosas.