Si criar a los hijos ya supone un reto, este proceso es diferente, aunque no necesariamente más difícil, si se da en circunstancias especiales. Es el caso de los niños superdotados, es decir, aquellas personas que poseen una mayor inteligencia y capacidades que el resto de las personas de su edad, algo que podemos empezar a comprobar desde que son pequeños.
Como padres acompañamos a nuestro hijo en su proceso de crecimiento, y en el caso de las personas superdotadas no es una excepción. La mejor opción será verlo como una ventaja, y buscar sacar el máximo potencial. ¿Pero cómo?
8 claves para fomentar las aptitudes de un hijo superdotado
- Según portales como piscodiagnosis.es, el patrón de aprendizaje de los niños superdotados es rápido y fácil. Animar a nuestro hijo a que aproveche esa facilidad a la hora de obtener buenos resultados en el colegio, clases particulares, idiomas, actividades deportivas… es importante, sobre todo para ellos que verán su esfuerzo recompensado.
- Generalmente, los niños superdotados son muy activos. Es por ello que los padres podemos ayudar a canalizar esa energía proponiéndole actividades que sepamos que le van a motivar, tanto en la vida académica como en la familiar.
- También son muy sensibles, por lo que el aporte emocional de los padres y familiares será determinante. Una persona superdotada es más capaz, pero quizá también más exigente, y el campo afectivo no será una excepción. Éste será uno de los rasgos más importantes a la hora de ayudar a nuestro hijo superdotado a sacar su máximo potencial.
- No exigirle ni hacer que se exija demasiado. Más inteligencia también conlleva más responsabilidad y preocupaciones en la mayoría de los casos. Hacer ver a nuestro hijo que aún es un niño, y que no porque tenga una mayor capacidad tiene las responsabilidades que tienen los adultos le quitará un peso de encima.
- Un niño superdotado tiene aptitudes especiales, pero no por ello es ‘diferente’ a los demás en sentido negativo. Hacer ver que ser superdotado es una ventaja será otro acierto de los padres, lo que en opinión de Supertics influirá positivamente en el menor.
- Un rasgo de las personas superdotadas puede ser en algunos casos su imaginación, y fomentarla es otro de nuestros objetivos como padres. Actividades plásticas, al aire libre, conocer nuevos lugares, propuestas de arte, ciencias o música en nuestra ciudad de residencia… serán pequeñas -y efectivas- píldoras de enseñanza para nuestro hijo.
- Ejemplo práctico: ¿Por qué no jugar a las ‘profesiones’ para saber por dónde tirar durante la educación de nuestro hijo superdotado? Profesor, Veterinario, Deportista, Detective privado… hay muchas opciones. Nuestro hijo puede querer ser muchas cosas, bien porque algún tema le llame la atención a partir de libros o películas o porque realmente tenga aptitudes para ello. Algo que, si bien se puede tratar de algo pasajero, también puede ayudarnos para saber lo que le motiva y ayudarle a desarrollarlo.
- La vida académica será importante para los niños superdotados, no menos que para cualquier otro, pero uno de nuestros deberes como padres será controlarla con ayuda del personal docente del centro. Tal vez incluso se llegue a plantear un ascenso de curso, tutorías adicionales para canalizar conocimientos y necesidades de nuestro hijo etc. Además, todo colegio dispone de personal especializado en ayuda psicológica, que podría ser de gran ayuda tanto para padres como para hijos en esta situación.