No me acuerdo si ya hemos escrito algo sobre esto… ¡Es un chiste!
La memorización como herramienta en el aprendizaje está bastante desvalorizada; como pasa con todo, cuando se abusa de algo sin sentido. Y sin embargo, tiene grandes virtudes que vamos a recordar hoy. Además os presentamos algunas técnicas para memorizar y actividades (o más bien juegos de memoria) para desarrollar la memoria.
Pero tranquilos, que eso de las listas de los reyes godos es cosa del pasado, y ahí se puede quedar. A nadie le gusta memorizar… O mejor sería decir que a nadie le gusta que le obliguen; porque cuando se trata de alineaciones de equipos de fútbol, de Pokémon capturados o de la última canción del último ídolo de las masas, ahí no hay problema…
¿Cuáles son los beneficios de memorizar para los niños? El aprendizaje se basa en incorporar informaciones y competencias y saber aplicarlas en el momento y de la manera adecuada. Si entendemos que la memorización no es el fin en sí mismo, sino el medio para aprender, se nos pasará buena parte de la manía que le tenemos. Memorizar es ante todo saber cómo acumular “materiales” de forma rápida, fácil y eficaz. Es logística pura.
La memorización es, ante todo, cuestión de entrenamiento
La memoria (la facultad de memorizar) está en relación con otras aptitudes mejor consideradas por el común de los mortales: la imaginación y la concentración. También con valores como la constancia o el afán de superación. Entrenar la memoria desarrolla y pone en marcha estas otras aptitudes y valores. Sólo por eso, y no tanto por mejorar los resultados académicos, merece la pena.
Estrategias para memorizar mejor hay muchas, pero aquí hemos reunido algunas técnicas de memorización para niños que funcionan muy bien. Ojo, nada quita usar cualquier otra, es más, ¡te animamos a probarlas también! Y también es aconsejable combinar las técnicas de memorización con el desarrollo de otras habilidades esenciales, muy especialmente la comprensión lectora; sin entender lo que leemos, poco puede hacerse.
Queremos mencionar la repetición en primer lugar, y hasta reivindicarla. Es la técnica por antonomasia, pero se ha usado tanto y tan mal… La repetición “buena” se basa en el aprendizaje asociativo, o sea, en asociar algo que conocemos con algo que queremos recordar. Un ejemplo es el clásico Palacio de la Memoria.
Llamamos memoria emotiva a los recuerdos que se fijan en relación con las emociones. Sean emociones positivas o negativas, los recuerdos asociados se fijan con mucha fuerza. Así, si conseguimos orientar el aprendizaje hacia la vivencia de emociones habremos dado un paso de gigantes. Memorizar canciones resulta tan fácil por el ritmo, es cierto, pero también porque nos recuerdan momentos emocionalmente intensos.
La memorización basada en aspectos de interés se trataría de escoger un aspecto de interés de esos que fascinan a nuestro hijo (los dinosaurios, por ejemplo) y, a partir de él, incorporar otros conocimientos. Le será muy fácil memorizar algunos nombres de dinosaurios, y luego se puede pasar a las plantas, la geología, la ecología…
Actividades para aprender a memorizar mejor: los juegos
Las mejores actividades para memorizar son, sin duda alguna, los juegos. El aprendizaje a través del juego es mucho más efectivo, y no descubrimos nada diciéndolo. Así que nada de listas de ríos, fechas de batallas o huesos del cuerpo humano, que no nos lleva a ningún lado salvo a cogerle manía a eso de estudiar.
Las canciones, el “¿qué hicimos ayer?” y las tarjetas de memoria son algunos de los juegos de memoria clásicos, como ves aquí o aquí, aunque ahora también se llevan mucho, claro, los juegos de memoria online. Más interesantes, aunque más complicados, son los juegos colectivos en los que los participantes van construyendo una lista que cada uno de los participantes debe repetir en su turno, añadiendo un nuevo elemento.
Otro buen ejemplo de juego de asociaciones en grupo es el que nos cuenta este padre, que es válido para niños de primaria (aunque él lo aplicase a niños de infantil). Consiste básicamente en asociar para cada niño un juguete, un color y una palabra (por ejemplo), ocultarlos y, cuando reaparezca un elemento, recordar los otros dos. Verás que a los chavales les encantan este tipo de desafíos, y que tendrás que irlos complicando para tenerlos entretenidos…
FUENTES:
https://www.educapeques.com/escuela-de-padres/memorizar-tecnicas-memoria.html
https://www.bebesymas.com/educacion-infantil/tan-mala-es-la-memorizacion